>
soy inútil, Señor.
como los versos salidos de mi mano.
y mi trabajo es inútil como yo.
y me afano y sudo y bajo y hago como si hiciera algo.
pero yo sé que todo es, Señor, completamente inútil y para nada.
y cada día me veo dando grandes manotazos en el aire
y queriendo contener el viento.
y calmar las olas. y resucitar los muertos.
y besar el corazón a los leprosos.
pero es inútil, Señor, completamente inútil.
Hoy como ayer.
mañana como siempre.
y Tú lo sabes bien.
y los hombres me pasan por mi lado
y no sé porqué no me escupen en el rostro cada día,
ni me esputan en la cara.
deben ser, Señor, demasiado buenos.
pero todo sería igual y sería inútil totalmente.
porque TODO eres Tú.
y en mis juegos de niño,
y en mi empeño por multiplicar los panes y las casas,
nada soy yo.
y todo eres Tú.
y yo lo palpo con mi alma cada día.
por eso mis versos son inútiles.
como yo y el viento.
sin Tí.
paséate, Señor, por estas letras.
por estos latidos de mi corazón.
y del tuyo.
de los dos.
como por tu propia casa porque tuyos son.
y entonces reposaran los vientos, y calmaran las aguas,
y levantaran los muertos y centuplicaran los panes y las casas.
porque serás Tú.
Tú.
Tú, hoy, ayer y siempre.
sólo Tú.
Porque nosotros, Señor, y Tú lo sabes,
"siervos inútiles somos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario