un momento para llorar como ayer.
para sentirme solo y amar mi soledad.
un momento para acercarme a Dios con el alma y los ojos húmedos
y llenos de dolor y de placer.
un momento para ver tu imagen, Señora,
y sentir el alma empañada
y el corazón arropado por ti.
no sé por qué tú.
los seres se me enroscan y el hueco es grande.
y me gusta soñar...y soñar...
porque soñar no cuesta casi esfuerzo...
Tú, Señor, cerca.
Yo, Señor, aquí.
Esperando.
porque esperar es el placer del pobre.
y mi corazón no tiene nada sino la esperanza en Ti.
Tú has nacido hoy.
Yo lo sé.
y mi corazón lo sabe.
pero no estoy alegre sino solo.
a pesar de estar muy cerca de Ti.
¡espera,...Señor,... espera...!
¡qué no tengo fuerzas para caminar,
y aún me queda por andar una vida.!
necesito llorar aún,
pero para qué.
y comprendo que es un sentimiento absurdo y sin porvenir.
algo que para nada sirve.
pero te siento caliente en cada lágrima,
y redondo y suave bajar por mis mejillas.
y pienso que tu sentirás así en calor de mi rostro
y el amor de mi alma.
y mis labios se abren en una sonrisa sincera
nacida de mi dolor.
y pienso que esa sonrisa eres Tú,
único consuelo de mi vida.
y sé que estás.
y sé que mi dolor cercano entra en Ti.
dentro del tuyo.
y sé que mi dolor se convertirá en gozo.
y sé que mi gozo eres Tú.
sólo Tú.
solo Tú.
sólo Tú.
y mi alma se llena de esperanza.
y se llena de Ti.
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