miércoles, 11 de junio de 2008

APENDICE

>
Dilecto Padre José María y benedicta Comunidad Benedictina.

Monasterio de la Santísima Trinidad.


“Réddite ergo ómnibus débita…cui honorem, honorem.” dice la Escritura (Rom., XIII,7)

Este “entrar” nuestros corazones en “las Bienaventuranzas” se debe a varios designios del amor de Dios.

Dom Santiago (en mi corazón con “m”) que en su “cabezonería” por seguir su “llamada”, mil veces ante su Obispo, fundó este Monasterio al que después de unos años de noche obscura fuisteis poco a poco llamados. Sin él vuestras vidas serían otras.

Gracias a Eduardo Bonnin, Fundador de “Los Cursillos de Cristiandad” porque sin su seguimiento y humilde obediencia, tampoco hubiéramos estado aquí

Gracias a ti, José María, la humildad se escribe con verdad, porque ese talento fructificado de anunciar la “Buena Nueva” de Las Bienaventuranzas que el Hacedor te regaló según tus cualidades, también donación suya, ha hecho fructificar en nuestros corazones la palabra de la “PALABRA”, el Verbo, y toda la gramática de Dios, que es su Iglesia.

Gracias, y estas gracias las multiplicaremos por diez, (no me he equivocado contado, Dios proveerá) a la Comunidad Benedictina, - común unidad, unidad de todos, unidad de fraternidad, ,- que ha hecho y se ha transformado en “Mi Padre Celestial” para alimentar a estos pobres pero alegras pajarillos del cielo, y ha barrido, y fregado, las celdas y los pasillos, y cultivado quizás las lechugas del huerto, para vestirnos como los lirios del campo.

Siempre he pensado que Dios no ama más al Párroco que a la “beata” –bienaventurada,- que friega la Iglesia, porque Dios no mira tanto lo que hacemos sino con el amor que lo hacemos. Y así es tan santo el lego ante los ojos y el amor de Dios como el Abad que ofrece la Misa y tiene el poder dado de hacer presente a Cristo en la Eucaristía, porque no vamos a ser juzgados por el poder o la llamada sino en cuanto que sea nuestra respuesta solo el amor. “A la caída de la tarde de la vida seremos examinados en el amor”.

Vas devolviendo a Dios cada día esos cinco o dos denarios, tú sabes los que el Señor de la Mies te dio y por eso El te tiene reservado el banquete o el gozo de nuestro Señor, diciéndonos y sintiéndonos “siervos inútiles somos”

Inútiles sí, Señor pero “siervos tuyos”. Por tu gran misericordia me admites como “siervo” y aunque inútil me sigues queriendo y queriendo que lo seas. Me mantienes en tu casa y a tu servicio. Gracias, Señor.

He de deciros, amada Comunidad de Dios, que siempre me gustó más lo de “Si el Señor no construye la casa en vano trabajan los albañiles”. Porque aunque la casa se construya sin ningún mérito nuestro, Dios “ha encadenado” a los albañiles que la construyen con El, y sin ellos tampoco se construiría la casa. Misterio insondable de amor de Dios a sus criaturas, que las “necesita” para construir la casa.

Gracias al Canto de Las Horas, porque el gregoriano nos ha hecho vivir la presencia de Dios, al que hemos sentido tan cerca que lo hemos sentido dentro.

El gregoriano se hace largo y monocorde para dejar al alma amar a Dios y sobre todo para “permitir” a Dios amarnos en la patena de Cristo, nuestra Vida.

Y sube peldaño a peldaño, nota a nota, hasta el tercer cielo para que gocemos el Tabor. Y baja profundo el cuadrigrama para que podamos sentirnos criaturas, criaturas de Dios, creadas por sus manos Misericordiosas, pero criaturas del Señor, Kyrie. Imperfectas y pecadoras, por nuestra libertad mal usada, y así poderle suplicar perdón, eleison. Oración de suplica sin más petición que volver a ser amados por El en su Gracia. Y se hará oración solo de alabanza –yo soy cristiano del Misa de dos columnas,- en “Gracias agimus tibi proter magam GLORIAM tuam..

Yo desaparezco, mee hago tierra y humus, para que solo quede proclamada la grandeza y misericordia de nuestro Dios, de Dios en su gran gloria. “A Ti el poder y la gloria, Señor.”

Y no puedo dejar de agradecer con todo el corazón a nuestros hermanos Cursillistas de Arrecife, que creyendo como yo que veníamos a buscar a Dios, nos hemos podido enterar que era El, Dios amado, el que machaconamente, respetando nuestra plena libertad, también don suyo, nos viene siempre persiguiendo porque “nos” necesita. El amor es siempre expansivo per se, y el amor ad extra de su amor Trinitario también, para seguir amándonos en el amor del Padre.

Y le pregunté al Señor ante el Sagrario, ¿Porqué a mi? ¿Porqué a nosotros, ahora y aquí? Caí de rodillas adorándole con sencillez en el corazón y mirándole a los ojos le postré ante El: He aquí tu siervo, Has de mí lo que quieras. Pero nunca, nunca, no por mis méritos sino por tu gran misericordia, dejes de amarme ni una fracción de segundo porque moriría de dolor, Señor. Yo puedo fallarte, pero Tu no. Búscame siempre. Átame corto. Y con todo mi amor te digo, como cada vez que el Sacerdote levanta el Pan que ya es su Cuerpo: SEÑOR MIO Y DIOS MIO:

Y cómo puedo terminar estas líneas, esta oración de mi corazón ante ti y ante vosotros hermanos sin mirar a los ojos misericordiosos, - ojos de Dios,- a los ojos de María, Madre. He aquí a tu hijo. Hijo, He aquí a tu Madre. Si nos vamos haciendo y creciendo como hijos de María, Ella, va haciendo crecer y vivir en nosotros a Jesús, fruto bendito de su vientre, porque El es su único hijo, pero en El, también nosotros.

Vivo yo más no yo es Cristo el que vive, respira y ama en mí, para amar a mi Padre –he venido para hacer su Voluntad, - y vivir en El ese amor que la Trinidad Santa vive en su amor infinito de Dios como Dios, y que por su presencia vive dentro de cada uno de nosotros.

Y vendremos a él y haceros en el nuestra morada. La Trinidad Santísima viviendo su amor infinito entre el Padre y El Hijo y procediendo de ese amor, el amor infinito que es el Espíritu Santo. Y dentro de cada uno de nosotros, dentro de mi corazón. Dios, Dios, Dios.

Que en todas las cosas y en todos los hombres, “Que en todo sea Dios glorificado”

Oración de Completas ante el Sagrario de Jesús en el Monasterio benedictino de la Santísima Trinidad de Santa Brígida en el día de su gracia doce de noviembre del año del Señor dos mil once.

Nota bene: Este correo tiene solo un e-mail correcto: diosmipadre@el cielo.com Todos las demás direcciones, aunque llegue, son incorrecta y por eso son fallo cibernético y no pueden tener respuesta. Solo una oración.

Segunda nota bene:

José María, como te prometí te mando mi dirección y mis entradas en los blogs

http://organigramageneral.blogspot.com

http://orgsolodiosbasta.blogspot.com

http://orgversosypoemas.blogspot.com

http://versosinutilesxx.blogspot.com Este es el librito a las personas consagradas.

Correo: cartisen@hotmail.com

>

.

No hay comentarios: