deja, Señor, que mi corazón descanse un poco;
deja que se siente a la vera de cualquier camino
o a la orilla de cualquier mar.
deja que mi corazón descanse, Señor,
de tantas galopadas ... y corridas,
porque me duele, Señor, y tú lo sabes;
porque lo siento fatigoso y espumante,
casino como al fin de una carrera;
porque me late tan acalorado,
tan de prisa,
y con tanto calor,
que temo que me salte dentro.
deja, Señor, que mi corazón descanse un poco.
deja que se siente a la vera de cualquier camino
o a la vera de cualquier lugar.
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